Que más puedo hacer en estos tiempos sino escuchar. Brindar mi escucha afinada a lo que las palabras no pueden decir. Escuchar los sonidos que me hablan de angustia, de ansiedad, de miedo. Pero también de juego y de sonrisas y de miradas que se ocultan pero que suenan.
Hoy solo puedo prestar escucha para tu ritmo interno, que me cuenta como te sentís y qué puedo hacer para acompañarte.
Y así nos encontramos…
Me preparo, ya va a ser la hora. Pongo la compu y los instrumentos sobre la mesa y ahí nos conectamos. Nos vemos pero esa no soy yo, no sos vos. Son solo imagenes de vos y de mí. Deambulas, vas y venís, volves a mirar para chequear si soy yo. Se parece bastante a mi cara. Pero no suena, no se siente igual, no huele a nada de nosotros.
Y de pronto, cuando estoy a punto de dejarme llevar por la desilusión…empiezo a cantar. Volvés a mirar. Suena como vos, dicen tus ojos… y probás cantar conmigo. Esa canción nos recuerda a vos y a mí. A cuando nos podíamos ver, tocar y sentir. Y lo empezamos a sentir nuestro espacio y seguimos cantando. Y no me podés decir con palabras cómo se siente, pero te animás a cantar más fuerte, a golpear con bronca, a gritar con ganas. A pedir que todo se quede en silencio para escuchar la dulzura, para escuchar la caricia que te doy. Y me devolvés caricia con el ritmo de tu maraca hecha en casa, con mamá y papá.
Me contás entre ritmos entrecortados que así están tus pensamientos, tus emociones.
Pero seguimos probando…
Te escondés y te llamo. Y escuchás la melodía de tu nombre. ¡Sí! Soy yo que te estoy llamando. Y entonces cuento hasta tres…y
cómo lo digo, te muestra las enormes ganas que tengo de que aparezcas. Entonces a las tres, saltas frente a la camara…¡gritando
de alegria! Siii..¡te encontré! ¡Apareciste! ¡Qué felicidad! ¡Aplaudimos fuerte! ¡Otra vez!
Y seguimos probando…
Y te sale sin pensar tu canción favorita. Esa que siempre cantábamos. Y todavía no te salen palabras…pero sí tu canción. La que nos recuerda a todos que vos sos vos y que así me lo contás. ¡Y cantamos juntos! ¡Cuanta emoción!
Y después, silencio…
Estoy acá con todo lo que tengo… para vos… para tu mamá y tu papá que ya no saben qué hacer para convencerte de que falta poco. Estoy acá en sonido y silencio para tu sonido y tu silencio….
¡Nos vemos y escuchamos la próxima!
Lic Agustina Pardo M.N 294. M.P 110328